Como Lavar tus Amigurumis
Como Lavar y Cuidar tus Amigurumis para Mantenerlos Hermosos
Los amigurumis son mucho más que simples muñecos de lana o hilo; tienen un valor especial, ya sea porque los hemos hecho a mano, lo hemos comprado con cariño, o porque alguien nos los ha regalado.
Estos adorables compañeros llenos de personalidad, decoran espacios, alegran los días y acompañan a los más pequeños (¡y no tan pequeños!) en cada momento.
Por eso, es importante saber como cuidarlos, y en especial, como lavarlos cuando necesitan una limpieza.
Aquí te explico como lavar amigurumis de manera sencilla, sin complicaciones, y asegurándote de que sigan viéndose tan lindos como el primer día.
1. Lavar a mano: la opción más segura
La mejor manera de cuidar un amigurumi, ya sea grande o pequeño, es lavándolo a mano.
Este método es suave y ayuda a conservar su forma y colores.
Llena un recipiente con agua tibia (ni muy fría ni muy caliente, para que no afecte las fibras).
Añade un poco de jabón suave o detergente para ropa delicada.
Si tienes a mano, el champú de bebé es ideal porque es muy suave.
Coloca el amigurumi en el agua y, con movimientos suaves, límpialo con las manos.
No hace falta frotar ni estrujar, solo un masaje suave para quitar la suciedad.
Si hay alguna parte un poco más sucia, puedes usar un cepillo de dientes suave para frotar sin dañar la textura.
2. Enjuague con cariño
Una vez que hayas terminado de lavar el amigurumi, toca quitar el jabón:
Cambia el agua por agua limpia y enjuaga suavemente el amigurumi, moviéndolo en el agua hasta que no queden restos de jabón.
Si es necesario, repite este paso un par de veces para asegurarte de que el jabón haya salido por completo.
3. Secado: con calma y paciencia
Nunca retuerzas tu amigurumi para escurrir el agua, ya que esto puede deformarlo.
Sigue estos pasos para secarlo correctamente:
Coloca el amigurumi en una toalla limpia y seca.
Envuelve el amigurumi en la toalla y presiona suavemente para que la toalla absorba el agua.
Una vez que hayas retirado el exceso de agua, colócalo sobre una superficie plana para que se seque al aire.
Evita ponerlo directamente al sol, ya que esto podría afectar los colores o el tejido.
4. Usar lavadora, pero con cuidado
Si prefieres usar la lavadora, también es posible, pero con algunas precauciones:
Coloca el amigurumi dentro de una bolsa de lavado para prendas delicadas, de modo que no se dañe con el movimiento.
Lava en un ciclo suave, con agua fría y un poco de detergente.
Evita centrifugar.
El calor puede afectar el amigurumi, así que déjalo secar al aire, como te mencioné antes.
5. El toque final
Cuando el amigurumi esté completamente seco, puedes darle algunos ajustes finales.
Si ha perdido un poco de forma, simplemente moldea con las manos para devolverle su aspecto original.
Y si notas algún hilo suelto o pelito, corta esos detalles con una pequeña tijera.
Lavar y cuidar tus amigurumis no es complicado, pero requiere un poco de amor y paciencia.
Ya sea que lo hayas hecho tú mismo/a o que lo hayas comprado, el tiempo que dediques a su cuidado asegurará que te acompañen por mucho tiempo más, en perfectas condiciones.
¡Ellos también merecen ese cuidado especial!
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